Los locales buscan recuperarse tras la abultada derrota ante el Deportivo (0-4), mientras que los visitantes aún no han conseguido su primera victoria en la nueva temporada. Ambos equipos están bajo presión, lo que hace que este duelo sea crucial para ellos.
Tras el baldazo de agua fría en La Coruña, el equipo regresa a casa, donde se siente mucho más seguro. En su campo, el Huesca ha ganado los dos últimos partidos, dándole mínimas oportunidades a sus rivales. El club se caracteriza por su defensa sólida y sus rápidos contraataques. Su problema son las lesiones: Martín y Mier siguen fuera de la convocatoria, lo que limita la rotación. En general, las estadísticas muestran su estado de forma: en los últimos cinco partidos, tres victorias y dos derrotas. En los enfrentamientos directos contra el Granada en su estadio, el Huesca no ha perdido.
Los visitantes han tenido un comienzo flojo: ni una sola victoria en seis jornadas: dos empates y cuatro derrotas. Un problema particularmente grave son los partidos fuera de casa, en los que el equipo pierde regularmente la concentración. El ataque se ve debilitado por la ausencia de Bouldini, y sin él el Granada resulta predecible. Además, la última vez que el equipo ganó fuera de casa en Segunda fue en mayo. En este momento, el estado de forma de los visitantes suscita serias dudas.
La localía y el hecho de que el Huesca haya ganado recientemente en El Alcoraz hacen que los locales sean los favoritos. El Granada todavía no ha encontrado ni ritmo ni estabilidad, y los problemas con la plantilla no hacen más que agravar esta crisis. La opción de la victoria del Huesca parece bastante segura, pero para estar más tranquilo, mejor apostar por el Huesca con hándicap (0). Hay muchas posibilidades de que haya empate, aunque los anfitriones estarán más cerca de ganar.